Bienvenidos al blog de la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental de Granada

Esperamos que este blog sea una herramienta útil para todos los compañeros y usuarios de la URA de Granada y para el colectivo de salud mental en general.

jueves, 10 de diciembre de 2020

LAS LÓGICAS DEL DELIRIO, un libro de Remo Bodei



 Me he leído un pequeño libro del filósofo italiano Remo Bodei que se titula: “Las lógicas del delirio". Razón, afectos, locura”. Está muy interesante y, a mi parecer, se puede más o menos entender, dentro de la dificultad del propio asunto que trata, la naturaleza de los delirios, centrando la investigación en el delirio esquizofrénico.  En este caso, la aportación de la filosofía al estudio de las enfermedades mentales consistiría en conferir mayor claridad a todos esos términos que quedan vagos e incuestionados  en otras disciplinas: términos tales como realidad, verdad, razón, tiempo, evidencia, discurso, o delirio. Remo Bodei  se centra a lo largo del libro en la naturaleza de los delirios, partiendo de la tesis inicial de que delirio y razón no se oponen hasta el punto de hacer imposible un acercamiento a la realidad del delirio; como dice el propio autor: “Este tipo de racionalidad está dispuesto a asumir las paradojas y contradicciones del delirio, pero ni se fascina ni se deja engañar por él”. Es decir, partiendo de una razón hospitalaria y tolerante por parte de quien se enfrenta al delirio, descubrimos que el delirio tiene su lógica interna, tiene también su núcleo de verdad, aunque esté oculta, tiene sus razones y sus modos operandi, que están en relación con la vida y las circunstancias de quienes lo padecen. Mediante tal intento de acercamiento a la realidad del delirio Remo Bodei llega a un abanico de conclusiones: “el delirio  se manifiesta como el síntoma de una enfermedad, pero también  -y al mismo tiempo- como intento paradójico de reconstrucción de la integridad psíquica en un mundo habitable (…); se parece a una fiebre; es decir, se trata de una reacción positiva ante la ruptura de un equilibrio”.

O tal y como dice en una entrevista ( “Entrevista con Remo Bodei: las pasiones políticas son como los sueños” por Daniel Gamper): “ (…) el delirio es la incapacidad de filtrar una cantidad enorme de datos. Esto demuestra que el delirio no supone una disminución del nivel de atención, sino que la selección de lo importante y lo no importante es diferente en el delirio  en comparación con otros estados psíquicos”. En fin, a lo largo del libro podéis encontrar un puñado de observaciones y tesis sobre el delirio que, creo, pueden ayudar a una comprensión mutua entre pacientes y terapeutas. 

M.A

De qué trata la filosofía de la mente

 


Lo cierto es que es muy difícil, en una página, condensar todas las problemáticas que aborda la filosofía de la mente, actualmente, una subdisciplina de la filosofía muy en boga (además de que yo apenas me acabo de iniciar en este campo: me he leído tres libros introductorios muy interesantes que aconsejo su lectura a los interesados: Pascual Martínez Freire, La nueva filosofía de la mente; Carlos J. Moya, Filosofía de la mente; y José Hierro Pescador Filosofía de la mente y de la ciencia cognitiva, todos descargables en internet). El objeto de estudio es viejo como la filosofía misma; wikipedia define la filosofía de la mente como: “ la rama que estudia la mente, incluyendo percepciones, sensaciones, emociones, fantasías, sueños, pensamientos y creencias”. Pero, ¿Qué factor común puede haber entre todos estas disposiciones? ¿Qué es lo mental? ¿Cuál es su lugar en el seno de la naturaleza, en el seno de las distintas especies, etc? Desde Platón ha habido numerosas respuestas que se han agrupado bajo distintos nombres: por ejemplo se habla de teorías dualistas y monistas, de teorías idealistas o materialistas. Así, las teorías dualistas (como la del propio Platón, o Descartes) hablan de dos sustancias, una material o física, y otra mental; pero, para los dualistas, el reto es tratar de explicar cómo se relacionan una y otra sustancia, como lo mental puede causar lo físico, y lo físico lo mental, si son dos sustancias completamente heterogéneas. 

Como plantean los adeptos al dualismo, incluso cuando hacemos investigación científica para entender cómo se relaciona nuestro sistema nervioso con nuestra experiencia consciente estamos siendo de alguna manera dualistas, pues hablamos de dos entidades. Hoy en dia el dualismo subsiste también en lo que se ha llamado “dualismo de propiedades”: este enfoque habla de dos propiedades, mental y física, sin negar que haya una sola sustancia, de carácter físico (recuerda esta posición a la postura de Spinoza, para el que no había dos sustancias, material y mental , si no una sola sustancia, “neutral”, ni física ni mental, que se expresaba de dos maneras distintas o, en sus propias palabras, tenía dos atributos, mental y físico, y una sola sustancia). A las tesis dualista se suelen oponer las tesis monistas: una sola sustancia, mental o material. Para Berkeley , existiría solo una propiedad, la mental; pero la mayoría de las posiciones actuales son materialistas. Dentro de las posiciones materialistas monistas hay distintos enfoques que van desde el fisicismo, todo se reduce a lo físico; el conductismo, según el cual solo la conducta es verificable y observable científicamente (desechando la introspección, el acceso en primera persona a nuestros estados mentales); la teoría de la identidad, según la cual cada estado mental se corresponde con un estado cerebral; el funcionalismo, según el cual si distintos estados cerebrales pueden tener el mismo estado mental ha de existir algo que tengan en común, esto es, que los distintos estados son estados funcionales , es decir, sin negar el fisicalimo tratan de estudiar lo mental como si fuese autónomo, como un todo mayor y cualitativamente distinto de las partes (físicas); o una teoría como el materialismo eliminativo, que directamente elimina lo mental y dice que con el avance de la ciencia (neurociencia) se podrá demostrar que todo son estados neurales, cerebrales, físicos. El panorama es complejo y ninguna teoría por lo que he podido entender está conclusa o establecida definitivamente sin que le queden muchos interrogantes por contestar. Resumiendo, algunos de los retos y problemas de la filosofía de la mente son los siguientes (los tomo en su mayoría de La enciclopedia Oxford de filosofía, a los que añado alguna cuestión más):

  1. Caracterización de lo mental: ¿Qué caracteriza lo mental? Hablamos de estados mentales que comportan cualidades sensoriales (como el dolor) y estados mentales que se caracterizan por su intencionalidad, es decir, que están dirigidos a algún objeto o contenido, sea este ficticio o real (como los deseos o las creencias). ¿Qué tienen en común todos estos estados mentales?

  2. El problema mente-cuerpo: ¿Cuál es la relación entre la mentalidad y la cualidad física de nuestro ser? ¿Es lo mental dependiente y sin embargo distinto de lo físico? ¿Cuál es la naturaleza de esta dependencia? ¿De qué hablamos cuando decimos cuerpo, materia, y cuando decimos mental, pensamiento, alma?

  3. Causación mental: ¿Qué causa los estados mentales? ¿Qué papel tienen a su vez lo mental como causa sobre lo físico, como causa de nuestro estados, de nuestra conducta, y cómo puede lo mental actuar sobre lo físico? ¿Son irreductibles lo mental a lo físico y viceversa?

  4. El problema de la conciencia: ¿Qué es la conciencia? ¿Cómo puede hacerse un sistema físico consciente o autoconsciente? ¿Es privada la conciencia, quiere decir, intraducible a un discurso público como el de la ciencia? ¿Qué nos permite entendernos unos a otros cuando hablamos de dolor?

  5. La identidad personal: ¿Qué es la identidad personal? ¿Si las personas cambiamos con el tiempo, cual es el núcleo esencial que perdura, si lo hay?


Como se ve hay todo un elenco de problemáticas, de interrogantes que quedan lejos de ser definitivamente zanjados y que animan a esta rama de la filosofía y a un puñado de ciencias (biología, neurociencia, psicología, psiquiatría, informática, lingüística: reunidas bajo la denominación de ciencias cognitivas). De hecho no se agotan los problemas en los que hemos citado más arriba muy superficialmente: igualmente nos podemos preguntar qué significa la libertad, en este contexto de la filosofía de la mente, como integrarla en los enfoques naturalistas, fisicistas o cientificistas; igualmente, en este contexto, qué entendemos por moral y cuál sería su traducción en términos cerebrales o fisicistas, si tal cosa es posible; etc. Bueno, dejo estas pinceladas como introducción a un tema vasto, complejo y tan inquietante para cualquiera que se adentre en él, y, naturalmente también para nosotros, usuarios de la URA, que, creo yo, nos sentimos interpelados directamente cuando se trata de todas estas cosas de lo mental. Un saludo. 

M.A.

El Saber Delirante



Mi lúcida sinrazón no le teme al caos” (Antonin Artaud).


Rafa me recomendó, muy bien recomendado este libro de Fernando Colina, El saber delirante, un libro para leer despacio, e incluso releer, para adentrarse en los vericuetos de la enfermedad mental. En particular, y en palabras del psiquiatra Fernando Colina: “ Las páginas de este estudio se ocupan del delirio de las psicosis funcionales. O, si se prefiere, del delirio en la esquizofrenia, la paranoia y las psicosis maniaco-depresivas, esto es, las psicosis sobre las cuales la discusión causal entre biológico y mental, físico o psíquico, material o moral, permanece abierta”. Y esa es una , de las varias razones, que hacen atractivos los libros de Fernando Colina, que no se limita a un estricto discurso, en particular al de la psiquiatría mas biologicista, si no que acude a diversas fuentes (filosofía, ciencias sociales, literatura, la propia tradición psiquiátrica, y , por supuesto, a las palabras de los propios pacientes). En palabras de Ramón Esteban Arnaiz, quien le hace una reseña de este mismo libro, dice así: “ opta, (Fernando Colina), por el bando que no se ha desentendido de estudiar uno de los contenidos medulares de la disciplina: los fundamentos para conocer, escuchar y hablar con el delirante (…); una praxis que no se deja reducir a los avances de la neurociencia, que se ocupa de aprovechar la subjetividad del clínico como herramienta útil”. 

 El libro dice tener tres directrices principales: 1) El síntoma, o los síntomas de la enfermedad mental, en este caso las psicosis, no como residuo, sino como esfuerzo del enfermo por trabajar con lo que le queda, por tratar de restituir un equilibrio: de ahí la importancia de escuchar al enfermo, de adentrarse en la particularidad de su sintomatología; 2) el lenguaje en su doble aspecto, como instrumento y como medio en el que se está (en palabras de Ramón Estaban: “el lenguaje, no solo como instrumento, sino más bien como medio al que se nace, que nos precede y conforma, condicionante de una siempre desmochada comunicación con los demás y con el otro interior con quien compartimos nuestra escisión estructural”); 3) el interés por la Historia, esto es, por la evolución histórica de la locura (al estilo de Foucault).
 Aunque todo esto pueda parecer un poco abstracto, lo cierto es que resulta muy interesante leer y releer con paciencia las páginas de este libro, El saber delirante, donde Fernando Colina no nos asfixia con el discurso más árido y cientificista de la psiquiatría, si no que se adentra en los contenidos de la enfermedad mental: ¿qué es el delirio?, ¿qué lo caracteriza y como lo percibimos los propios enfermos? ,¿hay diferencia entre delirio y alucinación?, ¿cuál es el origen del delirio, o dicho de otra manera, por qué el ser humano delira, o cuáles son las condiciones de posibilidad del delirio?, ¿hay verdad en el delirio?, ¿cómo se relacionan nuestros síntomas, delirios incluidos, con la culpa, con el poder, con el amor, con el olvido, con el tiempo, con la soledad, con la moral, con el miedo, con la identidad, con nuestra esperanza de reestablecernos? En fin, como se ve, cuestiones todas ellas, vitales, candentes, de un muy alto interés en nuestro intento de buscar la cura, la comprensión y la convivencia con la enfermedad. 

 M.A


jueves, 3 de diciembre de 2020

Amanecer


Sale el sol un día más. De nuevo estás aquí...¿Será un sueño? ¿Será mentira?. Muchos que no saben donde van. Otros que ya vienen. Tú que no sabes si vas o vienes. El "mundo mascarilla", lo ves, se cubre de enfermedad. Durando aún el virus, la vacuna promete, da  mucho que informar...¡El mundo se aturde! Grita en vez de hablar:
¡Hay que vacunar...!
Lo chilla con dificultad. Mientras rellena quinielas a ver quién va a empezar. Castigo divino de Babel, que antes nos dividió en distintas lenguas. Ahora nos pone un bozal, por hablar mal y hacer las cosas también mal. Aunque a veces, se puede apreciar la nobleza humana, como al ver la belleza en una flor...

Miradas y más miradas:
-Unas de tristeza, de dolor, de resignación, de miedo...
-Otras de alegría, de esperanza, de plenitud, de sabiduría...
Siempre han estado ahí, con virus y sin virus ,en esta jungla urbana llena de competencias. 
A cada cuál le toca una cosa. Puedes creer en Dios, en Los Santos...o intentar rezar. Lo cierto es que no somos gran cosa. Solo hormiguitas que se mueven como zombis para hacer funcionar la fábrica humana, sin saber quién es la hormiga reina .Ahora toca vacunarse, mañana tocará ponerse un chip en la oreja. Los medios de comunicación venden miedo. La música esperanza, mi tío aperos de labranza. ¿Sabes en qué creer?. El mendigo podrías ser tú. El presidente, podrías ser tú. El burro que tiene el pariente, podrías ser tú. La hormiga que no querías pisar, de repente también podrías ser tú. Sabemos muy poco, solo qué con cada  amanecer, comienza todo de nuevo otra vez.
¿Será un sueño?. ¿Será mentira?...No lo sé... Mejor no pensar. Mejor...¡Bailemos!
Mientras... .
El cocodrilo se come al ñu. La rosa se marchita y pierde su esplendor. El lobo lucha por su posición. El águila devora a la serpiente. El hombre piensa en la guerra constantemente. 

El virus aprovecha para extenderse contundentemente...
Un mundo hecho a medida del que hoy gana. Pero que será del que hoy pierde. Mundo que no es solo del que siembra, sino del que es semilla también.
Será un bonito adorno cada amanecer.
Porque nacemos para morir y caer. Mejor no pensar...Mejor...¡Bailemos!. El día traerá la noche y la noche traerá el día. La luz aparecerá gracias a la oscuridad y la oscuridad aparecerá gracias a la luz. El negro vendrá con el blanco, lo feo  con lo bello, la vida con la muerte, y yo iré a por Colacao para ponerme fuerte ¡Bailemos!.





Firmante: "El Alquimista".