Bienvenidos al blog de la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental de Granada

Esperamos que este blog sea una herramienta útil para todos los compañeros y usuarios de la URA de Granada y para el colectivo de salud mental en general.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

¡Estoy loco doctor! ¿Qué hago?


 Lo primero es que uno no sabe cuando está loco, se vive como algo normal, pero se sufre mucho. Esa afirmación y esa pregunta, cuando estás en crisis, no las haces y no eres consciente de lo que te pasa, no haciendo caso a los remedios.

Cuando estás en crisis, sólo si estás hospitalizado, y se te impone, de una manera u otra, entras por el aro.

 Lo más importante es no ponerse loco, es no llegar a estar en crisis. La única manera es cuidarse, es anticiparse. Pero esta anticipación debe de ser de uno mismo, en muchos casos difícil.

Señales que yo tuve, pero en su momento no era consciente, y sólo a posteriori puedo mentar:

Iba muy desaliñado, me dejé mucho.

Era muy cabezón, no hacía caso a quiénes me decían que podía tener una enfermedad mental; no me tomaba la medicación, la tiraba o la escondía. Si les hubiera hecho caso me habría supuesto no tener tantos episodios de locura (crisis tan duras).

Era muy arisco, muy huraño. En definitiva, poco sociable.

Habrá más señales, pero seguro que los especialistas las saben.

No obstante, uno tiene sus fragilidades, un pequeño dolor de cabeza es "harto duro"; también me enfado, de vez en cuando, por tonterías, o por cosas que me pasan, y lo pago con los más cercanos. Muchos de esos enfados, creo que se dan, cuando estoy cansado; siendo necesario llevar un orden en las actividades.

También me enamoré, y sigo enamorado, sólo que antes no controlaba, ni mis emociones ni mis sentimientos, cosa de la que antes no era consciente. Y sólo ahora, al controlar, sé que, lo de antes, era una fragilidad enorme.


A pesar de mis limitaciones, desearía trabajar, me vendría muy bien. No tendría que depender tanto de mi familia, para poder vivir, ya que me tienen que ayudar, y mucho, al disponer yo, sólo de una pensión no contributiva. Además como dice el dicho: “El trabajo es salud”. (Mi abuelo añadía, de broma, al dicho: “y el no trabajar es virtud”. Aunque él trabajó durante toda su vida, y muy duro). Yo desde que acabé mis estudios, trabajé en todo lo que me salía,  excepto en un trabajo nocturno, que tuve. En los demás, para mí, el dicho se cumplió.

A mí me han ayudado mucho:

Mi familia, al comprender mi situación; siendo amables; teniendo, paciencia y esperanza, en un cambio a mejor.

 La URA (Unidad de Rehabilitación de Salud Mental en Granada): Con profesionales, que saben del tema; compañeros con experiencias parecidas; y en un ambiente sano y activo.

En el hospital, ala de psiquiatría, donde uno estaba con crisis muy fuertes. Allí todos los profesionales ayudaban en las medidas de sus posibilidades. A veces teniendo que estar atado a la cama, cosa que, aunque traumática, era necesaria, para evitar poder hacer daño a las demás personas que allí había, como a uno mismo.

 


Ahora, en Can Raspalls, puedo disfrutar, porque es como si estuviera liberado mentalmente. ¡Eso sí..! Tomándome mi medicación; siguiendo un orden y cuidándome. Descansando e hidratándome  bien de forma ordenada y poco a poco comiendo de manera más equilibrada. Teniendo contacto con mi familia y amigos (una socialización sana), sin fastidiar y haciendo el bien (como siempre he hecho). Teniendo actividad, haciendo deporte con constancia, leyendo, escribiendo y siendo creativo. No tomando tóxicos, participando en las actividades que aquí, en Can Raspalls, de manera tan buena y agradable, se realizan con una intención tan minuciosa y pormenorizada. Haciéndonos un seguimiento de todos los compañeros, para que nos sintamos arropados, intentando ¡cómo no..!, tener pequeños logros, de vez en cuando. Y haciendo todo lo que me sienta bien, con agrado y buena disposición, aunque a veces cueste.

 Y, Yo también, me tengo que agradecer. Porque si no es por mi esfuerzo y mi buen hacer, no hubiera conseguido nada. El camino no ha sido fácil, pero puedo decir: ¡¡¡Adiós Locura!!!. Ya sé lo que puedo, y no puedo, hacer. ¡!¡Os doy la bienvenida. Nuevas vivencias!¡!

 Sin todos estos apoyos y sin mi esfuerzo, yo no estaría; tan bien como me encuentro ahora.

 

 

MUCHAS GRACIAS, DE: PABLO JESÚS FERNÁNDEZ NIEVAS