Las Estrellas en el Camino de Santiago

La belleza del Camino no está solo en un motivo sino en una multiplicidad de factores que lo hacen diferente dentro de los muchos caminos que hay.  Son las estrellas y su influencia en las personas las que hacen que se sienta uno diferente y único al realizarlo.

La Vía Láctea hace  que al  no solo los motivos religiosos sean su causa, pues puede ser muy diversa, puede ser un acercamiento a la naturaleza u otras como vivir una experiencia nueva.

Las estrellas que nos vamos encontrando en cada recorrido, hacen que el esfuerzo que se realiza se vea compensado con un bienestar y una satisfacción  plena que al llegar a la población que es su meta se viva con una gracia o estado de beatitud que tiene su punto de origen en la influencia de los astros que lo jalonan.

Se puede hacer de muy diversas formas, así como en  diferentes estaciones del año.  Los medios y la forma tradicional es hacerlo a pié. Si bien se han ido incorporando diversas formas alternativas de recorrerlo.  Cuanto mayor sea el esfuerzo, por su longitud, por ir en bici o con un animal  nos reporta unos bienes de incalculable valía.

Mi preferencia personal es el camino francés y a pie y a ser posible. Hacerlo en primavera o en verano, son las mejores épocas. Hacerlo en invierno tiene mucho mérito y cuanto más rigurosa es la estación ayuda a que los mismos efectos de salvación divina sean potenciados por la rigurosidad que supone realizarlo.

Se ha ido modernizando y expandiendo a diferencia de como se hacia en la Edad Media y su valor no deja de ser menor, todo lo contrario cada vez es más actual y beneficioso.

Yo personalmente huiría de los modernos medios de hostelería. Hay que afrontarlo con aptitud positiva, ayudando e intercambiando experiencias con otros caminantes y al terminar las etapas en los albergues indicados, sellar nuestra credencial de peregrino, como corresponde. Teniendo en cuenta siempre  la influencia de las estrellas de nuestra galaxia que lo hacen muy agradable y se percibe de una forma indescriptible desde tiempos remotos. 

  El esfuerzo se hace grato y su origen está en que en sus diversas formas de realizarlo las estrellas se vean o no. Por tanto influyen y hace que no se sepa decir que es aquello que ha hecho tan gratificante recorrer todos estos caminos que nos invitan a la paz interior y al recogimiento.

M.B.I