" He estado pensando estos días que envejecer es, en cierto modo, como volver a la niñez"
"¿ Recuerdas ésta casa?. Es la casa de campo en donde veraneábamos mamá, tú y yo, cuando yo era niño. "No has reconocido el lugar hasta ahora, porque los árboles han crecido, ha cambiando el paisaje; pero sigue siendo el mismo bosque en la que jugaba cuando era pequeño."Papá, he restaurado la casa con mis propias manos, y me gustaría que, cada vez que nos sintamos un poco agobiados en la ciudad, vengamos a esta casa, y nos sentemos a hablar de nuestras cosas, como si fueramos......lo que somos: ¡los mejores amigos del mundo..!. Éste es mi regalo para tí, papá ¡Felicidades!Bienvenidos al blog de la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental de Granada
Esperamos que este blog sea una herramienta útil para todos los compañeros y usuarios de la URA de Granada y para el colectivo de salud mental en general.
martes, 16 de marzo de 2021
El Atardecer de la Vida
Gerardino se asomó a la ventana esa mañana, y vio que era un día soleado y sereno. Pero ese día tenía algo importante que hacer, de manera que se vistió y se arregló; lo justo para hacer una salida al campo, una salida especial. Su padre,, Gabriel, de setenta y cinco años, se hallaba en su butaca, vestido y arreglado también, desde muy temprano, como era su costumbre.
Gerardino se acercó a él :"Papá, ¿qué te parece si hoy damos un paseo juntos?". " Un paseo, a dónde?", "Pues al campo, papá. Es primavera y da gusto observar cómo la vegetación florece, y los pájaros y otros animales , revolotean y saltan. "El padre, un tanto extrañado, asintió y se levantó de la butaca. Y ambos salieron y cogieron el coche, rumbo a algún lugar desconocido para el anciano.Cuando por fin el coche se detuvo, estaban en un bosque vasto, con abundante arboleda, que a Gabriel le produjo cierta impresión y miedo. Sin embargo, el tono en el que le había hablado su hijo durante toda la mañana, le indujo a seguir sus pasos. Salieron del coche y lentamente, empezaron a caminar por un sendero entre árboles. La yerba que rodeaba el camino era de un verde cautivador, y las florecillas silvestres crecían salpicadas entre esta fresca yerba. Con el sonido de los pájaros como música de fondo, Gerardino y Gabriel salieron del vasto bosque y vieron, al final del camino, una pequeña y vieja casa de piedra, visiblemente restaurada; "¡Papá! - dijo por fin Gerardino a su desconcertado padre, aunque tú no lo recuerdes, hoy es el día de tu cumpleaños"
CPPP.
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