“ Ningún problema puede resolverse en el mismo nivel de
conciencia que lo ha creado” Atribuido a Einstein
Con esta pequeña reseña quisiera hacer una invitación a la
lectura como un medio de paliar, en la medida de lo posible, los síntomas de
las diversas enfermedades que padecemos los usuarios de la URA. A mi me gusta leer libros muy variados, pero
esta vez quisiera reseñar tres libros
que creo son un buen complemento para,
especialmente, la práctica de Mindfulness, y también, pueden resultar
sugerentes con otros de los diferentes
talleres terapéuticos que se realizan en la URA (Ayuda mutua, Resolución de problemas
, Terapia de grupo, etc.). Los tres libros son:
El poder del Ahora, de Edkhart Tolle;
Budismo sin creencias, de Stephen Batchelor; y finalmente, Los cuatro acuerdos, del Dr. Miguel Ruiz. Los
tres los he encontrado magníficos, sobrios, sinceros, iluminadores, que creo no
dejan impasibles y que, para quienes padecemos una enfermedad mental, pueden
actuar como postes indicadores, como objetos de reflexión, que nos ayuden a
hacernos mas conscientes de cómo funciona nuestra mente, de cómo interactuamos
con lo real, con los demás, con situaciones difíciles, etc.
El primero,
“El poder del ahora” de E. Tolle es un libro
escrito como si de un diálogo socrático se tratase: el autor va respondiendo a
todas las dudas de un supuesto interlocutor. Para Tolle nuestra mente parlotea,
divaga casi continuamente, alejándonos del momento presente: o estamos
atrapados en cosas del pasado, o nos proyectamos hacia el futuro: con este
parloteo continuo reforzamos el ego, la imagen fantasmal de lo que creemos ser
, y el resultado es que nos alejamos del momento presente, del ahora, el único
momento en el que la vida realmente es. Para Tolle, el reconocimiento y la
aceptación de los hechos tal como se presentan en el momento presente es la
única vía posible de aceptación de lo que realmente es, de paz interior y de
liberación de los juegos y sufrimientos del ego, de la mente. En palabras de Tolle: “Cuando usted vive una
aceptación completa de lo que es, ese es el final de todo drama en su vida “. Y
más adelante dice: “ La entrega es la aceptación interior de lo que es sin
reservas”. Y añade en otro momento: “Por medio del perdón, que esencialmente
consiste en reconocer la insustancialidad del pasado y permitir al presente ser
como es, el milagro de la transformación ocurre no solo interiormente sino
exteriormente”. Para Tolle, hacerse
presente, hacerse consciente en el ahora, es la única vía a la paz interior, el
fin de las polaridades positivo-negativo,
el acceso al Ser, a un ser que Tolle define como inmortal, inmutable e
intemporal tal como se expresa en el
ahora, en la fuente de creatividad del momento que nos ofrece la alegría de
estar vivos.
La vida es dukkha, esto es, sufrimiento, dice el
budismo. Pero no es solo el
reconocimiento del dolor, la vejez, la enfermedad y la muerte, que son
inevitables, también es la angustia, que, como dice Stephen Batchelor en su
libro “Budismo sin creencias”, “surge del ansia de que la vida sea distinta de
lo que es”; y añade: “El ansia puede desaparecer al despertar al absurdo de las
suposiciones que la fundamentan”. Batchelor nos presenta en este libro un
budismo agnóstico, esto es, “El budista
agnóstico evade el ateismo tanto como el teismo (…), no se basa en el
desinterés (…) Se funda en un apasionado reconocimiento de que no sé”. Es decir, para Batchelor, no se trata de un
saber transcendente, de una búsqueda de consuelo (como la creencia en la
reencarnación, o las consecuencias del karma después de la muerte), sino que
trata el budismo como un saber práctico, terapeútico, cuya cura debe darse en
esta vida: no es tanto lo que nos pasa, sino como reaccionamos ante ello. Para
ello apuesta tanto por la compasión como un valor fundamental, como por la
amistad y la imaginación ante una realidad que es “intrínsecamente libre porque
es cambiante, incierta y vacía”. Vacía en el sentido de que es continuamente
cambiante, que no tiene una esencia inmutable, incluido el yo o el ego que es
visto como un flujo (“anatman” o no yo), mas que como una esencia imperecedera.
Como acaba concluyendo Batchelor: “El compromiso social contemporáneo de la
práctica del dharma (se puede traducir “dharma” como el conjunto de las
creencias de Buda) se fundamenta en la conciencia de que la confusión y el
ansia egocéntricas, ya no pueden entenderse como impulsos psicológicos que se
manifiestan en estados subjetivos de angustia. Encontramos estos impulsos
encarnados en las mismas estructuras económicas, militares y políticas que
influyen en las vidas de la mayoría de las personas en la Tierra”. Se trata
pues de un libro donde podemos acercarnos a la realidad ética y humana de las
enseñanzas del Budismo para un mundo agitado como el nuestro. Por cierto, para
quien desde esta óptica ética , humanista y agnóstica, quiera una buena
introducción al budismo, recomiendo los vídeos del profesor Darin McNabb en su
blog “La fonda filosófica”, es un excelente complemento al libro de Batchelor.
Por último un libro claro, directo y sencillo, pero muy
iluminador:
“Los Cuatro Acuerdos. Un
libro de sabiduría tolteca” del
Dr. Miguel Ruiz. En el nos dice: hemos aprendido un sueño completo; nunca
dejamos de soñar, despiertos o dormidos, y desde niños, por medio de castigos y
recompensas, se nos ha inculcado qué creer y qué no, en qué consiste ese sueño.
Es lo que el Dr. Ruiz llama el proceso de domesticación: “Nuestro sistema de
creencias es como el Libro de la Ley que gobierna nuestra mente. No es
cuestionable”. Así pues, estamos
imbuidos en un sueño interno (hecho por nuestros propios acuerdos o verdades
incuestionables) y un sueño externo (el sueño colectivo hecho de millones de
sueños y que ya estaba presente antes de que naciésemos), y esto se traduce en
un Juez interior que mantiene implacable nuestro sistema de creencias y otro
parte de nosotros mismos que padece los juicios, que Ruiz llama “La
Victima”. El problema que ve el Dr.
Ruiz, es que el 95 por ciento de las creencias que hemos albergado en nuestra
mente son mentiras y están gobernadas por el miedo: esto crea una gran
confusión mental, lo que la cultura
tolteca llamaba “Mitote”. Para
Ruiz “si quieres vivir con alegría y satisfacción, debes hallar la valentía
necesaria para romper esos acuerdos (en los que te has dicho quién eres, qué
crees y cómo debes comportarte) que se basan en el miedo y reclamar tu poder
personal”; para ello el autor señala cuatro acuerdos poderosos que nos
conducirán a una liberación de otros acuerdos gobernados por el miedo y la
confusión. Los cuatro acuerdos son: “Sé impecable con tus palabras”, “ No te
tomes nada personalmente”, “No hagas suposiciones”, y por último, “Haz siempre
lo máximo que puedas”.
En fin, pido disculpas por la manera tan sintetizada como he
presentado estos libros, que creo pueden invitar a la reflexión sobre nosotros
mismos y el mundo que nos rodea. Feliz lectura!!
M.A
