Llevo un tiempo sin ir a la URSM, por una parte, porque he estado ocupado en otros asuntos y también porque con el hábito de no ir me costaba re engancharme.
Me mejora mucho ir por el centro. Aquí hacemos cosas sencillas, como aprender a relacionarme o mantener una actividad. También nos ayudan a resolver aquellos problemas que se nos presentan en el día a día.
Lo último que hemos tenido es una excursión sobresaliente, a Alcaudete (Jaén), que me ha sentado genial.
Salimos en una agradable mañana otoñal con el fresquito en el rostro y con la mente puesta en todo lo que íbamos aprender en estas tierras de frontera del antiguo Reino de Granada.
La visita era al Castillo de la Orden de Calatrava en Alcaudete. Atrás dejamos las imponentes fortalezas de La Mota en Alcalá la Real y Moclín, así como diversas torres de vigilancia que nos hacia sentir en tierras de frontera. Nos recibió la guía en las afueras del este, y tras darnos la bienvenida comenzó a contarnos la historia, de esta fortaleza.
El lugar donde lo construyeron es en un monte con suelo rocoso. Costaba mucho acceder a él a caballo, con armaduras, llevar víberes etc
El primer recinto amurallado es de origen árabe, al igual que la muralla que defendía la ciudad, de la cual se conservan varios restos. Luego fue conquistado por los cristianos que con el tiempo lo transformaron en fortaleza palacio. Por las dificultades de acceso al final fue abandonado por los señores que se mudaron a la ciudad. Tras cambiar varias veces de dueños, el castillo entro en ruina y fue saqueado hasta su reciente y completa restauración.
Tiene varias dependencias, la muralla exterior que rodea todo el recinto es musulmana, lo único que se conserva de esta etapa. La puerta de entrada es pequeña para que no pueda ser muy accesible de cara a ser conquistada.
También rodea el castillo una muralla superior para defendedlo.
Lo más valioso que se guardaba era el agua, básico para la vida, obtenida de varios aljibes de lluvia. También guardaban comida porque si el enemigo rodeaba el castillo y el asedio era largo, podían subsistir .
En él estuvo la orden religiosa - militar de los Monjes de Calatrava. En la torre del homenaje vivía y trabajaba el Monje prior más importante de la Orden. Vimos una recreación de su habitación con las armas, escritorio, etc. Está muy protegida con altos escalones y paredes muy gruesas.
En las Caballerizas, una gran nave con bóveda de cañón nos sirvieron la comida al estilo mediaval. Los que quisieron se disfrazaron con trajes de época para sentarnos en una gran mesa donde saboreamos exquisitos manjares
Desde la torre del homenaje teníamos unas vistas soberbias de la subbetica, sierra sur de Jaén y del pueblo de Alcaudete.
A mí me sentó muy bien la visita muy agradable
El pueblo de Alcaudete es bastante grande y me pareció muy bonito. Merodeamos un poco por él hasta visitar la fabrica de mantecados Doña Jimena, que fue breve pero agradable. Degustamos algunos productos y pudimos comprarlos también.
Saludos!!
I.V
I.V