En este artículo voy a tratar
de la visita que tuvimos a la Fundación Rodríguez Acosta.
La Fundación Rodríguez Acosta
es un Carmen granadino con interés cultural, que ofrece varias visitas. Lleva
los apellidos de su fundador, y aunque esta en Granada, rompe estereotipos,
nada tiene que ver con la típica arquitectura nazarí. En mi opinión es muy
bello la parte que vimos.
Su fundador, José María
Rodríguez Acosta, fue hijo de banqueros, una familia muy bien acomodada y con
capacidad económica elevada.
Al principio no sabía su
vocación artística, cuando la descubrió, sus padre al principio no la entendieron
o apoyaron, pero al ver que era lo que realmente quería luego sí.
Se inició como pintor y se
interesó por el arte de distintas culturas, viajando mucho.
Hizo cuadros,
emprendió muchos viajes, algo costoso para alguien de su época, apoyado por su
familia y conoció mucho mundo. Llegó a ser pintor pero en uno de sus viajes a
París, se enteró que su estilo estaba
anticuado, desfasado. Había entrado en contacto con los movimientos
vanguardistas europeos, y el apogeo de su estilo había
pasado.
Esto supuso para él una crisis
emocional de la que le costó salir, a la vez que la muerte de sus padres. José
María retorno a Granada, y en este periodo de crisis que le tocó vivir, es donde
nacen las decisiones importantes e ideas que formarán su visión de la vida. Él
toma nota de todos sus viajes, cosas y estilos diversos que le gustaron y lo
enfoca en la arquitectura, dibujando los planos de todo el Carmen Rodríguez
Acosta y pasandoselos al arquitecto para
que realizara la obra.
Al parecer es un collage de
toda la arquitectura y arte que le fascinó. Con sus torres, patios, jardines y
estanques del edificio. A parte contiene
otras visitas que no fue la nuestra como la Biblioteca y el Museo, muy recomendables.
El Carmen está en un terreno en
cuesta, por lo que se las ingenio de alguna forma, y recurrió a escaleras, diversos jardines, arcos, etc para salvar el terreno.
El edificio era originalmente
blanco, con el tiempo ha perdido parte del color. Se cree que para que parezca
antiguo, gusto que parece que el autor quería darle a su obra y esculturas.
Contiene muchos jardines y
patios cada uno evoca una época diferente del Arte, con diferentes Diosas y
Dioses, piscinas, salas que evocan lugares por los que viajò, como una sala
techada en círculo o un teatro griego o romano en semicírculo.
Cada Divinidad tiene detalles
que adivinan quien es.
Un elemento muy repetido que se
ve en todos los lugares, son las columnas, incluso unas diseñadas por el propio
Fundador.
Un pequeño jardín recoleto era su lugar preferido de
meditación, muy tranquilo de ruidos y
sombreado.
Este recinto tiene varias
salidas, con las que su dueño no quería
mostrar sus horarios de entrada o salida, o si estaba o no. Supongo que
para no ser controlado. El Carmen era solo
lugar de trabajo, no vivía en él ni dormía.
Tuvo una amante secreta e hizo
una casa anexa, ahora comunicada con una puerta, pero originalmente separada y
adosada al Carmen donde se cree que alojó a su novia o amante. Es todavía un
misterio como otros que hay muy curiosos.
En el sótano hay pasadizos o
túneles que originalmente existían y él los decoró. Son preciosos como cuevas
con arcos y comunican hasta la calle.
Hay también un jardín dedicado
a la muerte, simbolizando este estado anímico, por la de sus padres parece ser. Allí hay limoneros con la similitud que tienen con este tema.
Cada sala del jardín nos evoca
un estado emocional. Contrastan unos de
otros, por los que cada día podría pasear por los que más le hicieran sentir
mejor.
La visita me ha encantado, e
ignoraba esta joya de la arquitectura en Granada!!
I.V
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