Hola! Soy Carolina, la estudiante de medicina que ha estado rotando estas últimas semanas con vosotros. Siento no haberme despedido en condiciones pero he estado y sigo estando mala y me ha sido imposible poder reincorporarme para agradeceros estos días con vosotros.
Como prometí he escrito una entrada para el blog, si bien no es la mejor literatura de la que vayáis a disfrutar.
Os la dejo por aquí:
MI ROTACIÓN POR LA URSM
Qué bonito es que te hagan sentir en casa, en un hogar, más allá de las frías paredes del hospital a las que me estaba acostumbrando después de estos meses rotando de un lado a otro sintiéndome como un ficus en un rincón de cada servicio.
Qué bonito es sentirse una más en una familia en la que cada uno es de su padre y de su madre, pero en la que existe UNIDAD.
En 6 años no había tenido la suerte de rotar con una familia que me ha hecho sentir acogida desde el minuto 1 en el que Rafa, mi tutor, nos presentó a todo el equipo, entre ellos Conchi o Antonio con los que he hecho algunas actividades en este corto tiempo.
Quizás en las aulas deberían enseñarnos algo más que teoría, alguna asignatura que se llame HUMANIDAD porque desde mi humilde punto de vista la medicina está muy deshumanizada.
Llegué a la URA un lunes 07/03/22 por la mañana, serían las 09:30 am aproximadamente y lo primero en lo que me fijé fue en la calidez del sitio que, nada más subir la rampa, inspira cariño a través de un corazón de tiza roja.
Nada que ver al ambiente hospitalario.
Los días que he podido asistir he practicado yoga, sesiones de mindfulness en las que me he dado cuenta de que hago respiraciones muy rápidas llegando a contar hasta 23 ramitos de 5 rosas de 5 pétalos cada una. No he oído hablar de pastillas, ni diagnósticos ni enfermos. He visto personas, caras amables. He tenido el honor de conversar en algún paseo con algún paciente como Rodolfo, o Nuria, o Jaime o Benjamín, entre otros y de ellos he aprendido que la paciencia es la madre de la ciencia y que en ocasiones lo más coherente es lo que menos esperas. Y sí, es un honor, me siento una privilegiada de haber vivido una experiencia así, por corta que me haya resultado.
¿Mis compañeros, que vienen en los próximos días me han preguntado “qué se hace allí?” y mi respuesta ha sido para todos ellos “sorprenderte, abrir la mente a un trato holístico”.
Lo más importante que he aprendido es que hay que eliminar barreras y todos los estigmas que acompañan a la enfermedad mental, que es muy importante dialogar y aprender de las historias que nos cuentan. La medicina paternalista está pasada de moda.
Gracias por estos días en vuestra compañía, prometo volver algún día con el permiso de Rafa y hacer alguna clase de zumba con vosotros
Aprovecho para agradeceros el cariño del que he podido disfrutar estos días allí con todos, tanto el equipo como los pacientes. Sois una familia increíble.
Muchísimas gracias por todo,
Carolina