Bienvenidos al blog de la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental de Granada

Esperamos que este blog sea una herramienta útil para todos los compañeros y usuarios de la URA de Granada y para el colectivo de salud mental en general.

viernes, 15 de octubre de 2021

1 semana en la URA, mi experiencia.

El primer día que llegué a la URA lo hice como estudiante de 6º de medicina, llegue antes que todos, era mi primer día, estaba sola y con cierta sensación de abandono. Seguidamente conocí a Rafa, mi tutor y espero que próximamente amigo, que nos sugirió la lectura de un artículo que hoy vengo a comentar. 

La verdad es que tardé una semana en leerlo, no es que sea lectura ligera pero tampoco me entusiasmaba leer artículos en mi (poco) tiempo libre, esta es una de las muchas cosas de las que me arrepiento tras leerlo.

Este artículo al que tanto me voy a referir durante esta reflexión se podría decir que es una crítica, se podría decir que es (como dice en el título) un intento de conceptualización, se podrían decir tantas cosas… pero para mí es como ese vaso de agua fría de por la mañana que hace que tengas conciencia de todo tu cuerpo e incluso de tu propia capacidad de pensamiento.

En fin, el primer día transcurrió “sin más”, en el   sentido de que por fin llegó mi tan ansiado   momento, por fin iba a conocer pacientes de   verdad, pero no, esto no fue así (y menos mal).   Yo desde que llegué no me sentí estudiante, ni   me sentí alumna, ni me sentí médico, sino que   sólo sentí que era una más, una persona que   hablaba con otras personas, paseaba con otras   personas, escuchaba a otras personas e incluso   disfrutaba con otras personas, así “sin más”.  

Dice el artículo, que hay que “salir hacia fuera” de los muros mentales, que hay que cuidar a los cuidadores, que la rehabilitación es compleja. Y esto sin un contexto sólo parecen incoherencias. Mi segundo día en la URA comenzó de forma rutinaria y yo estaba entusiasmada de seguir conociendo personas pero esta vez y solo esta vez me limité a hablar con sólo una persona, y su historia me fascinó y fue tan así que al final del día fui corriendo a casa a “contar” lo que me había pasado y solo oí “pobrecito” -¡pero cómo que pobrecito! (me decía para mis adentros)- y empezamos a hablar de “paternalismo abandónico” y otras chifladuras que había leído de como NO había que relacionarse con personas con problemas de salud mental.

El tercer día en la URA lo pasaré un poco por encima porque básicamente asistí a un concierto gratuito de MÚSICOS (así con todas sus letras) y luego me enseñaron cómo cocinar mi plato favorito, si, me ENSEÑARON (también con todas sus letras).

Mi cuarto día en la URA fuimos a una manifestación/ reunión/ llamamiento para dar visibilización a los problemas de salud mental y anular la estigmatización de la gente que los sufre.

Mi quinto día, ay mi quinto día. Aquí sí, este día aprendí más que cualquiera, ya sí entendí eso que decía el artículo de “hay que aprender a contener con el apoyo yoico, el odio inconsciente de los estereotipos asistenciales así como la postura tecnocrática de los profesionales” ahora si entendí el resumen del artículo que dice que hay que cuidar a los cuidadores con formación, supervisión, reuniones de equipo… Este día llegué a casa con la cabeza embotada, sólo había ideas inconexas y todo lo achacaba a mi mañana en la URA. Por suerte al final del día y tras la lectura del famoso artículo me di cuenta de que necesitaba pensar en eso, en esas emociones, esas angustias porque al final si no cuido de mí no podré cuidar de otros.

En definitiva, una semana en la URA me ha enseñado más de la persona que quiero ser que 6 años de carrera de Medicina. Y ahora veo cómo afrontar mejor la semana que me queda y sobre todo como empezar el día como el protagonista de la serie New Amsterdam con un ¿cómo os puedo ayudar?.

            CMM.