Ramón quiso aprovechar el puente del 1 de mayo para ir de excursión
al campo con su padre, como solían hacer cuando él era un niño.
Pero se olvidó
de mirar la previsión meteorológica y les pilló una tormenta, por
culpa de la cual se perdieron.
A Ramón le entró
mucho miedo al verse en esta situación, pero su padre le
tranquilizó:
- “No te
preocupes, cuando pase la tormenta nos resultará más fácil
encontrar el camino.”