Buenas;
Este verano me he puesto, aquí en la URA, a regar los jardines dos días a la semana. Esto supone un gran cambio respecto a la actividad que venía realizando; estudiar.
Suelo llegar temprano para aprovechar el fresco de la mañana. Regar me resulta muy agradable, me concentro en una tarea concreta, tomo contacto con la naturaleza, hago algo útil y muevo el cuerpo. Todo esto resulta terapéutico porque cambio de una actividad mental a una más física y me mantengo ocupado; que el verano es muy largo y si no hago nada me vengo abajo.
Además los que ayudamos en la huerta y los jardines no llevamos productos de la huerta; como pimientos, calabacines, tomates,...lo que está muy bien para comer verduras frescas y de temporada; y están buenísimas!
Saludos y que paséis un buen verando: MRF