Yo la esperaba con muchas ganas. Al fin
llegó, que bien, y pude disfrutarla con todos los demás.
Pues la mañana la sentí animada, me
levante con mucha motivación, me arreglé, y mi madre me llevó. Recogimos a una
compañera en el trayecto. La recojimos al bajarse de una parada de bus y ella
se sintió muy agradecida. Me agrada hacer cosas por los demás
Los compañeros ya habían empezado la
mañana, fresquita por cierto con un taller de actualidad. Donde hicimos un
repaso de las noticias más relevantes del día y comentamos como íbamos a
organizarnos la mañana, para colaborar todos en la organización de de la
comida. Eramos muchos, casi no cabíamos en la habitación, vaya que era un grupo
muy numeroso, y todos querían aportar ideas y sugerencias para que todo saliera
perfecto.
Luego bajamos a la sala central y
ayudamos a preparar los platos que después íbamos a degustar en la sala
comedor que habíamos arreglado para la ocasión. No faltaba un detalle todos
juntos en una misma mesa, para sesenta comensales, exquisitamente arreglada
para la ocasión. En la mesa aparecía el nombre donde cada uno tenía que
sentarse. Todo con mucho detalle, manteles y velas con motivos navideños, muy
acogedor.
Así estuvimos un rato y luego nos
pusimos a cantar villancicos profesiones y usuarios. Cantamos muchos y me
gustó, es una forma de recibir y dar cariño que en estas fechas se echa en
falta.
Pasaron unas horas desde que empezamos
a caldear el ambiente con nuestras gargantas afinadas y ritmos de percusión.
A las una entramos a la sala habilitada
como comedor Para empezar nos sirvieron entrantes variados como queso, jamón,
gambas, tortilla de patatas, tortilla de espinacas con salmón marinado todo en
pedacitos pequeños, y acompañado con refrescos y cerveza sin.
Después llegó el primer y segundo plato.
Recuerdo que tenía varias cosas en trocitos medianos, como lomo al horno
trufado en su jugo y ensalada rusa.
Todo delicioso y en buena compañía, lo
mejor. Los profesionales comentaron que era la primera comida que hacíamos solo
para los usuarios y que como había sido todo un éxito donde todos nos habíamos
visto implicados, la experiencia se iva
a repetir en los próximos años.
Después vino el postre que hizo una
compañera, mouse de limón con yogur y los brindis con sidra El Gaitero que
dirigió Don Juan Francisco.
Al final hubo un regalo que habíamos
hecho entre nosotros en Terapia Ocupacional. Es una cajita con un dibujo a
grabado, había muchos modelos distintos todos muy vistosos y con elegante
diseño.
Les hecho de menos y tengo ganas de
volver a ver a los compañeros y seguir disfrutando de momentos como este.
Que tengáis unas estupendas navidades y
una buena entrada de año nuevo.
I.V