Os invito a que conozcáis este insigne y majestuoso
monasterio que tenemos la suerte de poder disfrutar en nuestra ciudad. Una joya del arte renacentista que pasa desapercibido para muchos de nosotros.
El Monasterio de San Jerónimo de Granada, es un una obra
arquitectónica del Renacimiento formada por iglesia y monasterio situada en
Granada.
Su fundación, anterior a la toma
de la ciudad, se debe a los Reyes Católicos. En seguida se desplazó desde Santa
Fe a Granada, y fue en 1504 cuando se empezó a construir el conjunto actual. La
obra se debe en su mayoría a Diego de Siloé, aunque participaron en su
construcción otros arquitectos y artistas, como Jacobo Florentino, Juan de
Aragón, Juan Bautista Vázquez el Mozo, Pedro de Orea y Pablo de Rojas, los tres
últimos de la escuela granadina.
La iglesia, de planta de cruz
latina, responde a los condicionantes de las iglesias de la orden jerónima, con
coro elevado en los pies y altar tras una amplia escalinata. Es destacable el
retablo manierista de la capilla mayor, que supone el punto de partida de la escultura
andaluza con entidad propia, y en donde es capital la intervención del maestro
Pablo de Rojas. La rica decoración renacentista que presenta, con casetones,
veneras y grupos escultóricos, es un canto de cisne del humanismo en España. El
programa iconográfico fue pensado con el fin de resaltar las grandezas
militares y la heroicidad del Gran Capitán, que se halla enterrado en el
crucero junto a su esposa, Doña María de Manrique.
El monasterio cuenta con dos
claustros ajardinados, siendo el primero de ellos el que concentra la más
genuina decoración del Renacimiento. Siete arcos solios a modo de capillas, de
trazas clásicas, decoradas con todo el repertorio formal de este estilo,
configuran un espacio fúnebre para cuando los restos de don Gonzalo llegaran al
monasterio. En el segundo claustro, hoy clausura de la comunidad de monjas
jerónimas que lo habitan, residió la emperatriz Isabel de Portugal en su viaje
de bodas, tras la celebración de su matrimonio con el emperador Carlos I..
En la iglesia se trabajaba ya en
1513 bajo las órdenes de Jacobo Florentino. Muerto éste, las siguió Diego de
Siloé. Cuando en 1522 se acabó la capilla mayor fueron trasladados los cuerpos
del Gran Capitán y su esposa desde la Casa Grande del Convento de San
Francisco.
Tras pasar por diversas
vicisitudes adversas, como la invasión francesa y la exclaustración por
expulsión de la Orden Jerónima, que casi llevaron a la ruina, el Estado decidió
su restauración, que se llevó a cabo entre 1916 y 1920 por el arquitecto
Fernando Wihelmi.
En los años anteriores a 1889 fue
vuelta a erigir la esbelta torre de la iglesia tras haber sido derruida por los
franceses durante la invasión napoleónica para construir con sus piedras el
Puente Verde que une el Paseo de la Bomba con la Avenida de Cervantes, sobre el
río Genil.
La portada que separa el compás
del Monasterio de la Calle Rector López Argueta, aunque originariamente
pertenecía al monasterio, se repuso en la década de 1960, después de que en el
siglo XIX desapareciera y se encontrara posteriormente abandonada en un cortijo
de la Vega.
En la actualidad preside dicha
portada una bella imagen de la Virgen de las Angustias que no es la que
originariamente estaba en dicha portada.
A principios del año 2004
comenzaron unas obras de restauración del retablo mayor por el Ministerio de
Cultura, que duraron hasta el año siguiente.
El templo fue el primero en todo
el mundo en consagrarse a la Inmaculada Concepción de María
V.S