Sobre esta estación del año se ha escrito mucho y muy bien,
siendo una de las mejores fechas en que se puede uno dedicar a escribir.
Todo está
más bonito, las plantas comienzan a ponerse más bonitas, la sangre se altera
una pizca. Las chicas son más guapas o al menos eso es cuanto nos parece a
nosotros. Si bien lo cierto es que la chica que es guapa lo es tanto en
invierno otoño primavera o verano.
No todo son
ventajas en la primavera como no todo son desventajas en otras épocas del año.
Cada una tiene su encanto, si bien a la luz de esta a la que le hemos dedicado
el precioso nombre de Primavera nos llena de vida y optimismo y todo invita a
crear y a dar, a no quedarse encerrado o encerrada y ver las flores como
comienzan a salir aunque la mano de algunos a los que incorrectamente podríamos llamar de "asesinos" se dedican a
cortar las silvestres que son las más bonitas por ser las más sencillas. Siendo
su belleza más sublime que las de esas que pondríamos llamar de vivero, cultivadas en las susodichas vasijas de arcilla. Sólo
necesitan agua y luz y hacer por crecer, con sus abonos y todas esas cosas.
Cada uno vemos la primavera o la sentimos de forma
parecida; pero cada uno de de nosotros la experimentamos según nuestro estado
emocional. Cuanto hay que hacer es estar abierto a tanta belleza y plenitud que
la naturaleza nos ofrece y hace sentirnos más alegres, abiertos y esperando que
la naturaleza nos acoja en su seno, la madre tierra.
El hambre
que ya voy sintiendo en primavera, menos aguda que en pleno invierno o y la
soporto mejor si bien tiene sus prejuicios o adversidades pues todo se agudiza
lo bueno y aquello que no es tan positivo cuanto hay que hacer.
Cuanto hacemos es disfrutar de lo bueno y no
con mas grandiosidad y gozo; sino con una buena cerveza o de tinto de verano en las terrazas de los
bares que jalonan las calles de Granada y a los que jalonan las calles de
Granada y a los que disculpamos por las
buenas tapas que les acompañan.
No es
posible sustraerse a la belleza de un olivo que germino ahora y fecundado por
esas graciosas que nos darán en invierno útiles olivas y tantas y tantas
plantas para alimentarnos. Cada vez son menos ecológicas, si es posible que lo
sean totalmente y cuanto hacemos es depender de un cultivo intensivo que hace
que flores, árboles y plantas sean cada vez más artificiales.
Para
concluir diría que nos abrazamos a ella y que la soportemos en aquello que
tiene de adverso y no os deis mucho a la botella. Los excesos no son buenos así
que a disfrutarla con moderación y buena letra.
M.B.